Por Raúl Díaz Berlanga
La situación por la que atraviesa el país, cada
vez resulta màs acuciante y asi lo dejan ver todos los indicadores, en
todas las àreas posibles que nos conforman como nación, pese a la
insistencia contrarìa e ingenua de las inexpertas autoridades que
rigen nuestros derroteros: La pobreza ha arreciado en todos los hogares
de las familias mexicanas, no les alcanza ni para lo mínimo de su
subsistencia y sus impulsos por expandirse, que sería lo único que
pudiera dar sentido a su existencia, en menos de doce años, han quedado
hechos añicos…
El partido en el poder,
desde hace varios años, ha ido creando un vacìo existencial en la
población civil, a grado tal de que el derrumbamiento de las
estructuras políticas y sociales, es todo un hecho consumado. Hay que
aceptarlo, lo político, casì, ha desaparecido del todo, lo que existe,
es un remedo de dirección, cobijado por un conjunto de seguidores
anodinos obsesionados màs que nada por las cuestiones electorales de un
futuro inmediato. Se trata, de seudopolìticos-empresarios, chapuceros y
bribones, que todo lo visualizan como si el país fuera un cofre de
tesoros del cual se deben apropiar por cualquier medio, caiga quièn
caiga.
Por supuesto que la política es algo muy
serio como para seguirla dejando en manos de los trinqueteros políticos
actuales, a quiènes les encanta jugar a las tramposadas, a los golpes
bajos y al descarte total y quienes protegìdos por jueces que emiten
amparos cuestionables, se zafan de todas sus marrullerìas, como si nada
hubiesen hecho.
No podemos resignarnos a
vivir en un tonel, como lo proponía Diògenes y continuar viendo como
transcurre la vida, cuales vacas pastando, y siendo participes de un
sistema en el que, casì todos, resultamos superfluos y ahora aislados y
con ello lo peor, sometidos al terror, cancelando nuestras relaciones
sociales enrriquecedoras.
Estos
seudopolìticos, nos han inventado una moral, en la que todo se haga
llevadero y asì podamos continuar siendo esos mexicanos serviles y bien
portados.
Diògenes en su encuentro con Alejandro
Magno, le brindò una gran lección al joven conquistador, cuando lo
encontró desnudo y tumbado a orillas de un rìo:
-Tu, Diògenes el Cìnico, pìdeme cualquier cosa, ya sean riquezas o monumentos, y yo te lo concederè.
A lo que Diògenes contestò
-Apàrtate, que me tapas el sol.
Aquellos que acompañaban a Alejandro,
empezaron a reírse de Diògenes y a decirle que còmo no se daba cuenta de
quièn estaba delante de èl. Alejandro Magno, hizo acallar las voces
burlonas cuando dijo que si no fuera quien era , querrìa ser Diògenes.
Sin embargo, este diálogo, en un mundo
globalizado donde la hambruna y la escazes son el principal signo, no
podemos continuar exaltando las cualidades de los débiles y que se nos
pida paciencia, obediencia y humildad y para colmo que empecemos a
formar nuestros propios partidos políticos,¿ pues que nos iràn a dar el
presupuesto que ellos se embolsan? ¿O es que estamos ante la
reencarnación de Alejandro Magno y es por eso que nos tiene instalados
en la oscuridad?
Por su parte, Seneca proponìa: “Frente a
la cara negativa que tantas veces nos muestra la vida y a esos
contratiempos que nos provocan furia, còlera o ira, dejaremos de estar
furiosos cuando no esperemos tanto del mundo”…Nos tendremos que
convertir, pues, en Estoìcos y locos estúpidos políticos, como lo son
todos ellos, jugando a que hacemos política…La psicosis total!! (con
tal de que no les gane el PRI hacen lo que sea)
No,
no se trata de debilidad o de desalentarnos ante todo lo que nos
sucede, se trata de no perder el coraje y la fuerza y que sometamos las
cosas al poder de la voluntad y nos alejemos de conceptos morales
espirituales mañosamente manejados, para ir màs allà de la muerte si eso
fuera necesario, para conseguir a toda costa una sociedad justa y
decente caracterizada por combatir la pobreza y la humillación. No
olvidar que los pobres, tambièn tienen derecho a la sublevaciòn, porque
sin libertad material, el hombre no puede tener una existencia
libre…Feliz grito de Independencia 2011!!!
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