Por Raúl Díaz Berlanga
Poner todo en manos de Dios, es sòlo apto para aquellos seres que aun
confìan en el providencialismo, con el cual pretenden evitar un daño o
estar al cuidado de la Sustancia Divina.
En alguna ocasiòn, al platicar con una ancianita, esta me dijo: "sabe una cosa, Dios ya se fue de la tierra, ya nos abandò, nada màs vea todo lo que nos està sucedièndo". Ese sì fue un lamento tràgico de esa gastada mujer, ya cercana a abandonar su cuerpo.
En alguna ocasiòn, al platicar con una ancianita, esta me dijo: "sabe una cosa, Dios ya se fue de la tierra, ya nos abandò, nada màs vea todo lo que nos està sucedièndo". Ese sì fue un lamento tràgico de esa gastada mujer, ya cercana a abandonar su cuerpo.
Claro que es una verdad àurea, el aceptar que se viven momentos que dan
la impresiòn de que Dios hubièse muerto y ya nos hubièse abandonado, en
un mundo donde la polìtica y la voluntad de vivir tienen mucho que ver
ya con preceptos religiosos, divinos o morales: Todas las cosas, son
finitas, todos los objetos fìsicos. Dios es necesario y eterno. Dios es
un ser trascendente, procede de un pensamiento universal, en el que,
casì, todo el mundo cree, aunque se le otorgue el nombre que màs se
desee, energìa universal, naturaleza. Dios es el ser total y la causa
de todo, el gènesis primigenio mismo, la mònada principal.
Pero, lo que resulta una gran verdad, es que no es posible meter a dios
en este gran valle de cìnicos e hipòcritas, donde si reinan las
maniobras invisibles y las incalculables riquezas de "manos muertas" que
patrocinan todo contra cualquier tendencia o idea que vaya o señale un
rumbo hacìa la modernidad.
No podemos y no debemos ceer en la intervenciòn Divina en los asuntos
mundanos y confiar en el providencialismo y los rezos en los que se nos
quiere hacer creer, sin primero luchar por el desamparo de los humildes y
por la lucha por dotarles de dignidad y libertad, aunque ellos no esten
muy conscientes de ello y sean sujetos de sometimientos y
manipulaciones poco claras para su nivel de comprensiòn, que les impide
comprender mejor su situaciòn de esclavos y decadencia: A la gente ya no
le alcanza para el pan de cada dìa en sus mesas, fabrican autos que
nunca manejaràn, construyen casas que ellos jamàs habitaràn, producen
todo, para carecer de todo y lo peor, no son libres, ni pueden gozar de
su raquìtica y escaza libertad.
La libertad sin justicia social, sirve para muy poco. Vivìmos un tiempo
en que la polìtica se derrumba, pues ha dejado de estar asistida por la
soberanìa econòmica.
Se viven èpocas en donde la gente huye de sì misma y sobre todo, de la
amarga verdad de un mundo real y acucioso. Y de esas actitudes de
hombres corrientes que no enfrentan responsabilidades, es de lo que se
valen los mojigatos para implantar sus ideas viejas y obsoletas de falsa
fe y falsa Divinidad.
El poder de esas instituciones, es hacerse de màs adeptos. Son
organìsmos no gubernamentales, donde se refugìan, ocultan y esconden
personas de mente infantilòide, infestados de temores, culpas y pànico
por lo futuro y tratan de atrapar a gente incauta para sus terrorìficas
causas. Sus posturas, son vacìas, son creyentes, sin saber que significa
eso, ni en que està fundamentado.
Entièndanlo bien, Dios no se piensa, solo se siente y està en todas
partes y no pertenece a nadie, ni a ninguna instituciòn. No castiga y
tampoco premia.
Hay que encontrar una verdad cierta, una idea vasliosa, para asì poder
vivir y morir a cada instante con dignidad. Nuestra voluntad, es el
motor de la vida y se vive con dignidad hasta alcanzar el deseo
consciente de lo que se busca. Nuestra voluntad, es nuestra fuerza, es
lo que deseamos, eso es lo que nos mueve.Podemos ser amos , porque
despreciamos aquello que es fruto de la cobardìa, de la falsa compasiòn, de la debilidad. Hay que rechazar todo aquello que disminuya nuestro
impulso vital y sustentar nuestras creencias en el orgullo y en fe en
nosotros mismos, porque el Dios con "d" chica ya se ha ido de la tierra
por causa de sus confundidos interpretes que siempre se muestran
parciales a favor de ideas que afirman y hacen prevalecer la obediencia,
la falsa misericordia y la masedumbre, fomentando eternamente la
condiciòn de serviles de sus semejantes.
Vayamos màs allà de los enajenantes, de los retrogrados, ni se crean que
son mayorìa, hubo mano negra en sus miserables triunfos, vayamos màs
allà de la muerte, vivamos con toda honestidad y valentìa diariamente,
que la ancianita sepa que pese a todo, nadie la ha abandonado que hay
quiènes luchan por la esperanza y un mejor futuro, que es lo ùnico que
puede otorgar sentido a nuestras existencias y no ese falso dios que
tiene siempre abandonados y desprotegìdos a los màs necesitados...
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