El día de ayer en muchas de las plazas
centrales de nuestro muy querido México, tuvimos que aceptar con
profunda tristeza y pena que nuestro Grito de Independencia ,tuviese que
verse envuelto en la protección de un sin número de custodios entre
ellos: marinos, soldados, policías federales, perros y agentes
encubiertos por todas partes. Fue muy penoso percibir como muchos
empleados del gobierno fueron obligados con su presencia a dar la
apariencia de ser una concurrencia espontànea, en todos los eventos
previamente organizados, como si se tratará de personas ordinarias y
comunes; la tarea, era convencer a los demás de asistir a las plazas
públicas, de animarles a salir de sus casas, convivir y bailar con las
orquestas de diferentes géneros contratadas por las autoridades.
Unas horas antes el
temor se habìa intensificado, debido a la intervención de brillantes
hackers que va habían irrumpido en los sistemas operativos cibernéticos
tanto de la SEDENA como de varias otras instituciones gubernamentales,
dejando un recado de advertencia de ataque a sus opositores, el cuàl
incluìa, por supuesto, a la poblaciòn civil.
La
presencia de la milicia en nuestras plazas públicas al igual que los
cordones de seguridad y cateo, le imprimió a este gran acto de
liberación nacional, un tinte altamente grave pero también severamente
realista, pues a todo aquel que aun dudara de que cosas graves, muy
graves, estàn sucedièndo en nuestra nación, ahora sì se convencieròn
de que en verdad todos los mexicanos, estamos ante algo verdaderamente
peligroso y desestabilizador: Los marinos con sus mascaras negras,
armados hasta los dientes y de estaturas nada comunes, teniendo sus
perros vigías y rastreadores a su lado, eran de un gran impacto
emocional, mas allá de lo que se pudiera haberse gritado o no, en los
balcones oficiales de todo el paìs.
Es
cierto, que todos esos escenarios, daban una impresión de un estado de
sitio, pero también es cierto que de esa actitud emanada por esos
recios hombres, se captaba la firme convicción de defensa a la población
civil asistente a los actos conmemorativos, sobre todo, porque ya
estaban hackeadas, amedrentadas y advertidas, las instituciones de
seguridad.
Estas
acciones que causaron tal impresión en los asistentes, hablaban de: "no
están solos, los estamos cuidando y defendiendo"..Todos nos preguntamos
interiormente: ¿de qué nos estarían defendiendo? ¿ En verdad de que se
trata todo esto? Después de esas presencias de alta seguridad en
nuestras plazas públicas antes y después del Grito de Independencia, sì
que sabemos que se trata de una guerra en toda forma y también es
nuestra y que la tenemos que ganar...Porque nuestros marinos, militares y
policìas, tampoco estàn solos, ni lo estaràn...
Ya
se ha transitado bastante, ahora sin temor -propio de todo avance- con
esfuerzo y dedicación ,sin brutalidad y pensando en lo grande y lo
recto, haciendo en cada caso lo que corresponda con mucha firmeza,
provoquemos, entre todos, ese gran movimiento final al que deberemos
dirigir todas nuestras fuerzas, liberando, todos nuestros temores,
resentimientos, lamentos y penas acumulados y decidámonos -sin
manipulaciones oficiales o de gente previamente dirigida- junto con esos
valientes marinos, soldados y policías a que nuestro país vuelva a
alcanzar estabilidad y grandeza, en beneficio de nosotros mismos y de
todo el pueblo en general…!Esta sería la gran independencia en este
siglo que ya todos nos merecemos y nos vamos a ganar!
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